Inalia desarrolla Monbolt, una plataforma para la monitorización de uniones atornilladas
La joven empresa vitoriana también ofrece sistemas a medida para la supervisión de máquinas, utillajes y sistemas.
Dejar tu trabajo y poner en marcha una nueva empresa en pleno Estado de Alarma por la COVID-19 es, cuando menos, un comienzo arriesgado. Ese es el reto al que se enfrentaron dos ingenieros gasteiztarras que abandonaron su empleo en febrero de 2020 y dos meses después constituyeron Inalia. Más allá de los problemas derivados del confinamiento, desde esta ‘startup’ vitoriana son optimistas respecto al futuro de sus soluciones, como recalca Alejandro Anda, CEO de Inalia, con quien conversamos.
¿Qué tipo de actividades lleváis a cabo en Inalia?
Nuestro objetivo principal es solucionar problemas de durabilidad de máquinas y sistemas en la industria mediante el conocimiento que tenemos. Trabajamos en una triple vertiente: la primera vertiente se centra en el desarrollo de producto propio como Monbolt y Datia. Monbolt es un sistema de monitorización de uniones atornilladas y Datia es la plataforma de los datos. El segundo eje de negocio es desarrollar sistemas de monitorización a medida de los clientes: diseñamos, calculamos e instrumentamos la maquinaria que ellos hayan definido. Por último, también desarrollamos proyectos de ingeniería desde un punto de vista multidisciplinar, es decir, todos aquellos proyectos que puedan unir diseño, cálculo e instrumentación.
¿En qué consisten Monbolt y Datia?
Monbolt y Datia están todavía en desarrollo. Monbolt es un sistema de monitorización de uniones atornilladas en tiempo real. Es una solución interesante para cualquier sección atornillada crítica con costes de mantenimiento alto o de difícil acceso. Los clientes con los que contactamos se muestran interesados. Lo que diferencia nuestra solución respecto a la competencia es que no llevamos a cabo una monitorización invasiva. No nos basamos en la monitorización del tornillo, lo hacemos de forma indirecta a través de la arandela y no monitorizamos la unión. Para ello empleamos bandas extensométricas, una especie de rejillas de un material que se pega sobre el acero y cuando se alarga tiene cambios de resistencia que los mides y se puede traducir directamente en deformación. Necesitas conectar aparatos electrónicos para medir esos cambios.
Además, hay pocas soluciones que ofrezcan monitorización continua y en tiempo real, y nosotros lo hacemos a través de Datia. No damos los datos en bruto, sino que hacemos una interpretación ingenieril y podemos generar un sistema de alertas que nos avise si los tornillos se están aflojando, etcétera. Datia, inicialmente, era la parte de visualización de datos de Monbolt, pero después de hablar con varios clientes, consideramos que tiene entidad propia, y queremos extenderla a la medición y análisis de cualquier tipo de sensor.
¿Qué otro tipo de soluciones ofrecéis a vuestros clientes?
Estamos estudiando nuevos campos para desarrollar productos a medida. Por ejemplo, un cliente nos puede solicitar un sistema a medida para medir en todas sus máquinas el par de torsión. Nosotros creamos este sistema de medición y, además, esos datos se ofrecen en tiempo real. Podríamos hablar de un mantenimiento predictivo siempre orientado a reducir tiempos y costes de mantenimiento, reducir riesgos estructurales y solucionar problemas de durabilidad; que las cosas no se rompan y que los costes de mantenimiento de esas cosas, sean máquinas o utillajes, se reduzcan y que tengas conocimiento de lo que le pasa a tu máquina, tu utillaje o tus sistemas en base a la instrumentación.
¿Cuál es el perfil de vuestros clientes?
En general, en el caso de Monbolt, son grandes empresas del sector Eólico, como Gamesa o General Electric, pero nos hemos abierto a otros sectores como Obra Civil, Energía o Energía Solar. Pero el denominador común es que son empresas bastante grandes.
¿Cuándo y por qué os ponéis en marcha?
Yo y mi socio Jaime Fernández trabajábamos en una ingeniería de servicios de Vitoria-Gasteiz y el año pasado nos surgió la idea de desarrollar un producto. A finales de febrero de este año dejamos nuestra empresa y constituimos Inalia en abril, en pleno Estado de Alarma. No nos esperábamos un comienzo como este y ha sido una faena porque teníamos varios contactos interesados en desarrollar proyectos pilotos en abril, y se han tenido que retrasar, por lo que ha sido bastante negativo. Pero, por otro lado, durante el periodo de confinamiento y el parón de actividad le hemos dado una vuelta al modelo de negocio y lo hemos pivotado hacia otras actividades diferentes a las que habíamos pensado en un principio. Así que también ha tenido algún aspecto positivo.
En este contexto de crisis provocada por la pandemia del coronavirus, ¿cómo veis vuestro futuro?
En general somos bastante optimistas. Las perspectivas son bastante buenas. Hemos conseguido nuestro primer proyecto y hemos contactado con bastantes empresas para incorporar Monbolt o nuestros productos de monitorización a medida. Las perspectivas son bastantes buenas, pero es cierto que ese interés se tiene que materializar. Somos optimistas y de aquí a tres meses estamos seguros de que se va a aclarar mucho el panorama.
Nuestros retos de futuro pasan por acabar de desarrollar Monbolt para que sea una solución referente en el mundo de la monitorización de tornillos. Eso pasa por hacer proyectos pilotos reales. Otro objetivo es empezar con los sistemas de monitorización a medida con otro tipo de empresas.
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