Así como el concepto de Industria 4.0 impera en la mayoría de las charlas, uno de los temas esenciales de la producción parece quedar excluido del paradigma tecnológico: los estudios de tiempos de producción.
Más del 70% de las empresas no disponen de un diagnóstico adecuado de su productividad, lo que lleva incluido un cálculo desactualizado y en ocasiones inexistente de sus tiempos estándar.
Sin un tiempo estándar afinado es imposible detectar los despilfarros que afectan a los procesos, eliminarlos y hacer el negocio más competitivo. El problema es que la valoración de los tiempos y sus estudios resultan tediosos, anticuados y amarrados a la visión de un inspector con cronometro sacándole las cuentas al operario. ¿Acaso el tiempo está condenado a quedarse atrás?
Con el auge de la nuevas tecnologías, las técnicas de gestión de tiempos industriales cambian y abren un campo infinito de posibilidades que reducen tanto el coste del tiempo como el de su estudio.